Hay de velas a velas

La Sra. González iba por la calle cuando se cruzó con el padre Rodríguez.

¡Muy buenos días! ¿No es usted la Sra. González a quien casé hace dos años?

Efectivamente, padre soy yo.

-¿Y ya tienen niños?

No padre, aun no.

Bueno, iré a Roma la semana entrante y prenderé una vela por usted y su esposo.

-Gracias, padre, muchas gracias.

Una década después, se encontraron nuevamente.

Bueno Sra. González ¿cómo se encuentra?

Muy bien padre.

Dígame, ¿tiene hijos?

Sí padre, 3 pares de mellizos y 4 más. En total 10.

¡Bendito sea el señor! ¡Que maravilla!

¿Y su esposo, cómo está?

Camino a Roma, a ver si puede apagar la puta vela.